Secar la marihuana es esencial para eliminar la humedad del exterior de los cogollos y evitar la formación de moho. Si has dejado las flores unidas a las ramas, tendrás que colocar una cuerda para colgarlas. Pero si has cortado los cogollos de las ramas, solo tienes que colocarlos sobre una bandeja de secado.
El secado suele tardar entre 7 y 14 días. Observa las flores atentamente cada día y tócalas para comprobar su nivel de humedad. Entonces llegará un momento en que, al intentar doblar las ramas, estas se romperán en lugar de doblarse. Cuando suceda esto, es el momento de avanzar al siguiente paso.
Evita la luz sobre las flores, durante el secado las plantas tienen que estar completamente a oscuras.

Para unos resultados ideales, el cannabis debería secarse lentamente. Podría parecer más fácil secar los cogollos dentro del horno, pero esto no solo apresurara el proceso sino que a la vez reduciría su sabor. Los terpenos ( los compuestos químicos que aportan sabor al cannabis ) son volátiles y se degradan con las altas temperaturas.
El espacio de secado debería tener una temperatura aproximada de 21ºC y una humedad relativa del 50%.
No uses ventiladores o deshumidificadores para secar las plantas, ya que todo lo que sea acelerar el proceso significa perder calidad en el aroma, sabor y efecto de tu marihuana.
No dejes que se seque en exceso, es decir, que pierda más del 70% de la humedad.