Etapa Vegetativa

Todo lo que necesitas saber

Cuando crece el primer juego de hojas con sus folíolos ( cada “dedo” de la hoja ), la planta pasa de ser una plántula a la etapa vegetativa. En esta etapa, la planta solo genera tallos y hojas y concentra toda su energía en crecer grande y fuerte.

La planta construye su cuerpo con aire, luz, agua y nutrientes. Las raíces recién formadas ahora se expanden dentro del medio de cultivo, en busca de agua y nutrientes.

Es hora de un trasplante !

A medida que las raíces se expanden por el sustrato y buscan nutrientes, el sistema radicular va creciendo para abarcar el mayor espacio posible. Cuando las raíces hayan llenado todo el volumen de la maceta, seguirán creciendo dando vueltas alrededor del perímetro interior de la maceta, enmarañándose entre sí. Si esto sucede, se ralentiza el crecimiento vegetativo y a la larga podría reducirse la cosecha.

Por lo general, las plantas de cannabis ( fotoperiódicas ) se trasplantan 2-3 veces. No es recomendable hacerlo más a menudo, ya que el trasplante provoca un estrés considerable a las plantas. 

¿ Es posible plantar directamente en una maceta más grande ?

Esto depende de cada uno. Pero si usas una maceta muy grande, va a haber mucha tierra donde aún no llegaron las raíces, por lo que podría haber riesgo de encharcamiento. Esto significa tener cuidado con el riego, para no fomentar las condiciones propicias para el moho, la podredumbre y otros tipos de patógenos o infecciones.

Por lo que es mejor ser precavido. Si pones las plantas directamente en la maceta más grande, rega moderadamente durante la primera semana después del trasplante. Tene en cuenta que es más fácil cuidar macetas mas chicas, especialmente en las primeras semanas de la fase vegetativa.

Guía para el trasplante: Paso a Paso

1 ) Al trasplantar las plántulas, regalas 2 días antes para que la tierra este apenas húmeda, pero nunca empapada. Esto también se aplica si haces trasplantes más adelante; si la tierra está más seca, ayudará a que no se desintegre el bloque de tierra y raíces.

2 ) Prepara la nueva maceta, llenándola con tierra de buena calidad. No la llenes hasta arriba de todo y no aprietes excesivamente la tierra. Rega la maceta. Hace un agujero en el centro, lo suficientemente grande para la nueva planta.

3 ) Pone la mano sobre la tierra ( de modo que el tallo de la planta quede entre tus dedos ) y da vuelta la maceta para que quede boca abajo.

4 ) Con cuidado, desliza la planta fuera de la maceta. Si no sale, podes apretar suavemente la maceta y dar golpecitos a los laterales, para aflojar la tierra. Si aún así no sale, corta la maceta cuidadosamente con un cuchillo para liberar la planta ( hacerlo únicamente como último recurso ). ¡No intentes sacar la planta a la fuerza agarrándola por el tallo!

5 ) Cuando finalmente hayas extraído la planta, transferí la planta a la maceta nueva. Rellena los huecos con un poco de tierra adicional. Apreta la tierra ligeramente, para que la planta quede firme.

6 ) Riega ligeramente la planta, para ayudarla a instalarse en su nuevo hogar. Este es un buen momento para usar un estimulador de raíces, que ayuda a aliviar el shock del trasplante y promueve el desarrollo de las raíces.

Trasplante en Autoflorecientes

Las variedades de marihuana autoflorecientes florecen en función de su edad de forma automática a las cuatro semanas aproximadamente, sin depender de cambios en el ciclo de luz. Heredan esta cualidad del Cannabis ruderalis, un tipo de cannabis único y originario de algunas zonas de Rusia y Europa del Este.

Técnicamente es posible trasplantar cepas autos. Pero hacerlo tiene un inconveniente.

Cuando trasplantas una cepa fotoperiódica, normalmente se la mantiene una semana más en fase vegetativa para permitir que la planta se recupere del estrés del trasplante. Pero, al trasplantar una autofloreciente, no contamos con ese mismo lujo y generalmente el estrés del trasplante causa un mayor impacto en el desarrollo y la productividad de la planta.
Para conseguir los mejores resultados al cultivar autos, recomendamos plantarlas directamente en su maceta final. La mayoría de variedades autoflorecientes crecen bien en macetas de 11-12 litros.