En la naturaleza, el cambio de estaciones determina el crecimiento de la planta de cannabis. A medida que los días se acortan, la planta pasará de la etapa de crecimiento a la de floración. Se acerca el otoño, es tiempo de cosecha para muchos otros cultivos. Esto sin embargo puede ser emulado artificialmente en un cultivo indoor. La excepción a esta regla son las semillas de cannabis autoflorecientes. Están programadas genéticamente para entrar en la fase de floración por sí mismas, independientemente de las condiciones estacionales.



Esta es la etapa que estabas esperando y es el último gran paso del ciclo de vida del cannabis. Para entrar en la etapa de floración en cultivos de interior, el fotoperiodo debe cambiar a 12 horas de luz / 12 horas de oscuridad sin interrupciones. En este momento, las plantas femeninas comienzan a desarrollar sus cálices o brotes. Los cogollos empiezan a hincharse y el aroma inconfundible de cannabis dulce llenará la carpa de cultivo. Los pistilos cambiarán lentamente su color del blanco a marrón claro o rojo, según la cepa, lo que indica que es casi el momento de la cosecha.
Llegado el momento podes cosechar las plantas cortándolas una por una. Usa tijeras afiladas y esterilizadas para prevenir infección a los cogollos. No te olvides de los guantes, debido a la cantidad de resina que producen.
Los cogollos se secan y luego se almacenan en un frasco. Si controlas la humedad, te van a durar mucho tiempo. El curado es el último pero más importante paso si queres obtener cogollos de la mejor calidad. Si ignoras este proceso, todo el esfuerzo realizado no será recompensado con una buena cosecha. Finalmente, cura tus cogollos durante al menos 6 semanas, a pesar de la tentación de quemarlos de inmediato. ¡Esto reducirá la aspereza de la flor y tus pulmones seguramente te lo agradecerán!