Cómo colocar la semilla :
El primer signo de que todo va bien es la aparición de la radícula ( primera raíz ) y es el momento clave para pasar tus semillas al sustrato. Es importante la orientación en la que se coloca la semilla dentro de la tierra. La radícula debe colocarse siempre hacia abajo, procurando que la semilla quede orientada hacia arriba para facilitar su crecimiento. Si es necesario podemos ayudarnos de algún objeto puntiagudo ( como un lápiz ) para hacer un pequeño hoyo para colocarla sin ningún daño.
Para evitar problemas es importante enterrar la semilla a unos 2 cm de profundidad. Además, a medida que la plántula crezca podemos ir enterrando la mitad inferior del tallo para que ésta gane estabilidad y produzca nuevas raíces a lo largo del trozo de tallo que hemos enterrado. Así conseguiremos acelerar el crecimiento de las plantas.
Preparación del sustrato :
La elección de una buena tierra no es tarea sencilla ya que en el mercado nos encontramos con una gran cantidad de marcas que ofrecen distintas fórmulas. La mejor opción es seleccionar una tierra cuya composición aporte cierta permeabilidad y una buena oxigenación, lo que proporcionará un buen equilibrio global al desarrollo general de nuestras plantas. La principal función del sustrato consiste en favorecer la salud y el desarrollo de la masa radicular que actúa como aparato digestivo.
Composición :
Debido a que no todas las tierras son adecuadas para el cultivo de cannabis sino que ésta debe tener un tipo de estructura, composición y características adecuadas para este uso es importante usar un sustrato que esté pensado para el crecimiento de tus plantas.
La mayor parte de tierras presentes en el mercado contienen turba negra ( descomposición más larga de la materia orgánica, menos fibrosa y más pesada que la rubia ), turba rubia ( musgo, principalmente Sphagnum, con alta capacidad para retener el agua ), y perlita cuya misión principal es la retención de la humedad, así como el drenaje y la aireación del suelo.
Casi todas las tierras preparadas del mercado presentan aproximadamente la siguiente composición:
– 25 % de turba rubia.
– 30 % de turba negra.
– 10-15 % de compost de lombriz.
– 30 % de perlita.
– 5 % de fertilizantes.
Es un error muy habitual, sobre todo entre los que cultivan por primera vez, el no invertir en un sustrato adecuado. Generalmente nos gastamos todo el capital en semillas y abonos de calidad, o simplemente no tenemos en cuenta la importancia de un buen sustrato, y luego el cultivo no avanza. Al final los resultados son mediocres.
Cotiledones :
Estas pequeñas hojas son la primera señal del crecimiento de la planta de cannabis, luego de la germinación. Son dos hojas pequeñas, aunque a veces pueden ser trillizas. Estas estructuras son las primeras en llevar a cabo la fotosíntesis, impulsando el período inicial de crecimiento de las plántulas.
Del centro de los cotiledones brotarán las primeras hojas verdaderas. A medida que la planta madure, los cotiledones se volverán amarillos, se secarán y caerán al suelo.
La aparición de estas “falsas hojas” con una altura del tallo de 2 a 3 centímetros es la señal del primer cambio de etapa dentro del ciclo de vida de tu planta a la etapa de Plántula.